MELANCÓLICOS 55 : AÑORANZA
Añoro tus risas, tus abrazos y tu serenidad,
cual brisa suave acariciando mi alma en soledad.
Eres mi sol en el cielo de mis días turbios,
la estrella que guía mis pasos en la oscuridad de este túnel.
En cada suspiro, en cada latido de mi corazón,
resuena tu nombre como espuma ahogada en la arena
recordando que fuiste mi razón de amar,
mi refugio en los profundos corales de largos resplandores
Que vuelva a brillar tu luz sobre mi soledad dormida
que regreses cual aurora a iluminar mi cielo,
pues sin ti, mi estela es un mar sin rumbo,
un jardín marchito que anhela florecer.
Regresa a mí, oh fuente de marfiles blanquecinos
como el sol que retorna tras la noche que se desangra
y juntos, enlazados como la línea de la orilla a un golfo
brillemos con fuerza al final de un túnel donde la luz aparece.