POEMAS DE IMÁGENES, MI PUEBLO, GENERALES, DESAMOR, POEMAS CORTOS

PASEO



PASEO


Cuando tus manos de fresa

se enredan en las mías de madera,

paseando por la ribera angosta, 

metamorfosis de gusano

que vuela siento en mis huesos.


La tierra vertiendo su dulce agua

sobre la arena tranquila del cauce

nos saciaba tu sed y la mía,

nos convertimos en peces de río

navegando por un mundo de algas

lleno de fantasía.


Los árboles de grama verde se vestían,

el campo bordado de margaritas

nos hacía pleitesía bajo la risa

de tu sol, que aplaudía tu bondad sagrada,

en aquella acequia musulmana, de muertes

y de historias de amores escritas.


Los árboles complementando a su vestido de grama,

una diadema de azucenas lucían en su frente,

el campo rojizo compone una melodía de nieve,

se convierte en el mantel de nuestra mesa

de colores variados, esplendorosos.


Nosotros con la candidez que nos caracteriza

besamos a los árboles con el pecho lleno de aliento,

y ellos nos corresponden con el saludo del viento.




 

 


MOMENTO SUBLIME


 


MOMENTO SUBLIME


Cuando tu silueta veo en penumbra

en la habitación del gozo, susurrándome 

palabras tiernas como un pastel y dulces

como el azúcar, ese instante de felicidad

inexplicable me siento un dios en la tierra.


Socorriendo mi vista de necedades,

mi aliento consuelas y mi vida es

un paraíso en el cielo, una bocanada

de aire condensado en tu interior,

como se condensa la leche.


Armoniosa, intrépida, galante,

como las mujeres de antes, con parsimonia

como los enfermos absorben el éter

una vibración en mi alma, un amor de montaña

de valle fresco, de rosa que ríe, de azucenas

en una construcción que arde.


Soy fuego en tu interior que tu vas apagando

con tus jugos, con tus besos, con tus aromas

con ese cuerpo que baila al son de olas

de movimientos, balanceos, como una noria.


Eres lo hermoso, lo excelente de la vida

una canción de cuna en un menguante

que resucita, un rayo de sol iluminando

tu ondulado pelo, trigueño, con esas manzanas

voluptuosas que despiertan a la mañana.


Esos ojos de bruja que encandilan,

esa sonrisa sibilina, ese candor 

que desprendes de noche y de día.


Un poema de Bécquer te describiría

en un salón en el ángulo oscuro

pero eres mi claridad, mi luz

y todo lo que necesita mi día