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MELANCÓLICOS 44 : EN LA BRUMA DE LA NOCHE



MELANCÓLICOS 44 : EN LA BRUMA DE LA NOCHE


En la bruma de la noche donde habita la melancolía

dos almas perdidas, se encuentran en secreto

entrelazándose en la penumbra

florece un amor inmenso, río desbocado 

gran caudal de sentimiento.


Entre sombras aletean recuerdos pasados

nostalgia que embriaga la dulce amargura

Son ecos del corazón en su retirada 

del rincón de los sucesos olvidados

Ahondando en los venideros, tañer de las campanas.


En el jardín donde siendo ocaso 

Florece la aurora

crece un amor puro que en mi pecho 

se instala como la aurora que ilumina el alba


Eres la luz que en mis tristes días luce plena, 

como el destello de la nieve 

cuando el sol la derrite con su lengua de fuego.


Mis ojos encandilas, otras veces los cierras 

y vuelan hasta lugares recónditos, 

dónde blasfemar no es pecado, 

ni hurgar es violar, simplemente 

es necesidad. 


Esa necesidad perentoria de danzar, 

de moverse en posiciones arabescas, 

construyendo el disfraz de la pasión y la belleza. 


Cuando los lamentos sucumben en noches 

de esperanza, de retrasos como hileras,

haciendo mella en nuestra mente ocultando

las ansias tras los colmillos de la ausencia

del deseo no encontrado, de la palidez 

del sueño frente al espejo.


Entonces


Hazme tuyo, y nunca me dejes ir,

hazme tuyo, en cada latido de tu corazón,

en cada suspiro, en cada canción

porque juntos podemos ser eternos

y deleitarnos con una vida completa 

en este infierno convertido en paraíso.


 

AMOR 71 : CONSTELACIONES INÉDITAS


 


AMOR 71 : CONSTELACIONES INÉDITAS


Palabras de constelaciones inéditas, 

conjunción de astros estratosféricos

cargados de indolencia, de espejo existencial, 

borrego de nuestro tiempo.


Esa imagen que me besa 

es de otro tiempo, no se pone uñas 

de porcelana, ni se pinta los labios 

con hechizos de luna; 

es aire de una almohada traviesa,

sus pezones fresas enraizadas en sus pechos, 

y su vientre un sol que no da calor

es un termostato de un lucero extinguido.


Movimientos de sirenas bajo tierra 

son terremotos de los corales, secretos del agua

en las fosas abisales, dime por qué el lucero 

se arrepiente de tus besos, cuéntale 

que su pelo de rayo de sol me acaricia los míos 

como perro en celo;

¿Qué dirá cuando se entere la luna?.


¡Oh poema!, que naces yermo o circulando 

como locomotora, sé pájaro, devuélveme

a la selva de tus gases, de tus oscuridades, 

de mis miedos ancestrales.


Sé luna enamorada, contágiame 

de tu mirada de cama, de tu colchón esmeralda

de tu capa dorada, o de tu sábana de terciopelo 

cuando duermes a la alborada.


Conviérteme en cometa de fuego, 

canción veraniega, o quedarme

solo, quieto, desgarbado y entristecido

en un viaje galáctico de colorido y cariño.