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AMOR 24: DE LA NOCHE A LA MAÑANA


 


AMOR 24: DE LA NOCHE A LA MAÑANA


De la noche a la mañana; 

acostumbrándome a notar como, 

lentamente, las yemas de mis dedos 

dibujan un paisaje sutil 

en la inmensidad de tus pechos.


Uniendo cada uno de tus lunares 

con ese trazo tenue 

formando infinitas galaxias;

leyendo los secretos que ocultas,

la suavidad de tu piel, es un momento mágico.


Una dicha de escultor de montañas, 

de demonios haciendo que tu mente

baile, como si la recorre 

un ejército de hormigas, un torrente 

creando energía en tu cuerpo.


La energía de la dicha, de andar 

descalzo por una catarata,

volar como un pájaro, sentirte espejo

que se va a descomponer en miles de vidrios.


Mis manos huelen a ti, 

soy un lobo ardiente 

en un páramo helado,

la pasión convertida en pecado.


Eres sombra en la penumbra

y tu piel el sustento de mi alma,

tus pechos la luz de la noche,

mi almohada cuando apoyo mi cabeza.


Me desnudas el semblante,

soy un flan en tu bañera,

un instante de magia,

un morirme en vida.


Los serafines tocan en el cielo

los puertos celebran el festejo

las olas estallan contra las rocas

y el amanecer me saluda

con orquídeas y violetas.




AMOR 23. MISTERIOS

 




AMOR 23. MISTERIOS


Entre el discordar de mi alma nítida 

con tu blusón de pirata empedernida, 

mi corazón palpita 

como las campanas repican 

en la aurora bendecida.


Eres mi libro abierto, una abeja

haciendo poesía, yo tu pistilo, 

tu libro viral, el fulgor 

de un abismo en tu corola, el panal

que  produce la miel de tu alcoba.


Tú eres la magia de la lámpara de Aladino

un brillo en el aura de mi vida

Yo, tú Robinson Crusoe, lo inesperado 

de la vida, la cantata de nuestro amor

en un arca escondida.

 

Yo, el ascua del brasero, 

la vanidad hecha arpía, 

incandescencia, eres vida

en el mar de las tinieblas 

amores derruidos por cadenas, 

una nota discordante en la fosa de las maravillas.


Yo soy tu oda, la luminosidad 

de tu ajetreada vida, el respirar 

del barco ante una ola gigante

Tú, el mar, la marejada 

que construyes moradas, en mi alma marchita.


Quiero ser tu poema, tu melodía

un vendaval en tu cuerpo 

una bondad en tu alma;

Tú, mis misterios, mi noche callada, 

el alarido del lobo

cuando la luna canta.




AMOR 22. SUEÑOS


 


AMOR 22. SUEÑOS


Quiero amarte, 

como la mañana al día 

o la noche a la luna, 

sentir una descarga eléctrica

de serpiente, allí, 

donde los sentimientos habitan.


Quiero ser tu paisaje, 

tu jardín florido, 

las noches de espera,

un espectro radiante en tu aura.


Ser tu noche bendita, 

un solar vacío que yo ocupo, 

lo amueblo, lo decoro, lo llevo al cielo, 

a la gloria, al oasis en el desierto;

una caravana de ilusiones, recorriendo

tus dunas.


Tú, mariposa que mi iris dilatas 

con tu belleza, eres un duende saliendo 

del lago, una piscina flotando, 

un quererme despacio, como una canción romántica,

un adherirte a mi cuerpo, como una medusa.


Abrazados, los cuerpos unidos, 

seamos fulgor, pasión, excitación, 

como el miedo, o la visión 

de un agujero negro, engullendo 

un sistema solar.

excitación incontrolada, demolición 

del control.


Enlazando las hojas 

que habitan en nuestra boca, 

como los canes en su acto amoroso, 

ser liana y bosque, un acueducto, 

una catarata siendo luz y sonido.


Yo sello y tu carta, pegarnos, 

ser amantes solidarios, 

con destino a un universo 

donde florecen los jardines flotantes, 

ser mi guía por el mundo.

 

El elixir del deseo, el sentimiento, 

la pasión, 

todo en un instante supremo.


AMOR 21. DE PASO


 


AMOR 21. DE PASO


¡Oh, cielo mío!

¿por qué me miras así?

soy una entelequia, un desdoble del silencio,

vibrando este sentimiento en un mar de lamentos,

de corolas eternas, de pistilos inciertos.


Yo quisiera ser alma fosforescente

andando el páramo y el molino

de tu desangrada vida, 

de tus recovecos no escritos.


Quiero que seas mi noche de estrellas

el camino de la muralla, ese devenir errante,

que me ciega y nadar quisiera por tu

cabellera, reír por tu espalda, dormir

en tu hoguera.


¡Oh, pájaro triste!

cigüeña de paso en el estanque del amor,

apisonadora de mis noches, 

sol de mi resurrección,

agua oscura, sed de amargura.


¡Oh, cascada de mi vida!

tortura mi ansiedad, acelera mi calma

dame sosiego, cariño en la morada

donde los pájaros trinan al calor 

de tu aliento.


¡Oh, caracola marina!

desnuda mi alma, surca mi timón

mi musculada espalda, un río de sangre

en tu corazón soy por la mañana.


¡Oh, sed de mi vida!

dame agua bendita;

bendice esta noche estrellada

surcando mi alma, con vientos

huracanados, de aquella nostalgia

que viene a visitarme, cuando me duermo,

en la ensenada del huerto.