MOMENTOS MÁGICOS
Cuando mis manos acaricias
siento un temblor en mi interior
cómo los rayos cuando tiemblan
en una noche de tormenta.
Cuando tus luceros con brillantez cándida
me miran las amapolas rojas
sienten envidia del fulgor
de ese instante mágico
que me atrae como el imán a las virutas.
Los muros del camino y su musgo
se derriten como el hielo
cuando pasamos tan felices,
tan radiantes
como las rosas en un jarrón
en la entrada de tu casa.
Si te acurrucas junto a mí
los jilgueros cantan, las campanillas tintinean
y mi corazón impulsa la sangre
como los motores impulsan el agua
entre las hortalizas del campo.
Cuando gozamos teniendo nuestro amor
puro y limpio
las estrellas y los lirios se marchitan
de ver esa conexión
tan hermosa que ni su belleza
puede ocultar.
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