MELANCÓLICOS 57 : EL AMOR PASA
El amor llega y pasa como una rama seca,
un susurro en el viento que acaricia y despeina.
Es un efímero destello, pasajera luz de orgía nocturna,
en un instante brilla y luego se despeña
entre recuerdos y olvidos
Como hoja que cae, sin avisar se desliza
como el alud en la montaña.
Cambiante como el río, impredecible como las nubes.
A veces duele y quema, otras tantas bendice el lecho
de los aprendices.
Es sangre derramada un misterio profundo,
una eterna mudanza en el valle donde los pétalos florecen,
en el jardín del alma, planta sus semillas,
germinan emociones, florecen los sentidos.
Bañados por su fuego, renacen los labios del pecado,
el amor, viajero, nos deja estremecidos.
Así va y viene, fugaz como la vida
un eco en el silencio, un latido de amor de alondra.
El amor eterno en su esencia sublime,
nos invita a soñar, nos ofrece su lecho.