MELANCÓLICOS 35 : ME MARCHO
Me marcho con mi trabajo
Con mi escuela, mis niños,
mis soledades encubiertas,
con mis amigos de antes.
Con tus sensuales versos,
con tus humedales y las auroras,
heridas del corazón incrustadas
en tu alma imperecedera.
Me marcho, te dejo tus soledades
tus sueños, tus vanidades
de cristales que la lluvia limpia
y vuelven a ensuciarse de lastimeros gestos,
de amores insondables.
Tu rostro es el rostro del viento
Mirada ávida de amor, incomparable
sed de vida, hambre de sentimientos,
caricias trémulas, zigzagueantes
cómo reptil en la pradera.
Ya no trinan los jilgueros en mis párpados,
sólo escucho el graznar de cuervos,
muerte lenta, sin alimento; no hay amor
que resista la acometida de la sierra.
Me marcho con mis paredes vacías,
mi estómago hambriento,
y mi alma muerta de esperar
lo que espero, de desear lo que deseo,
de morir por lo que no tengo.
Ay! José, que profundo. Melancólico con toda su belleza. Un abrazo.
ResponderEliminarMil gracias mi estimada Orqui por tus preciosos comentarios que van impregnando mi blog de un aroma a jazmín. Un abrazo con la pluma del alma
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