MELANCÓLICOS 63 : PENUMBRA DE MI ALMA
Alma mía, lágrimas tristes brotan
como un río de dolor que no tiene fin
como gotas de lluvia pulverizadas sobre el cristal
elevándose en vuelo, entregadas al viento.
Son testigos silenciosas en la intemperie del dolor
que en lo más profundo de mi ser anida,
ríos de melancolía incesante
ebria catarata inundando mi corazón.
Cada lágrima es un grito en la maleza
hay profundos lamentos en una tarde de tormenta
un dolor que se viste de silencio
tejiendo un tapiz de día triste.
Pero sé que llegará un día
en que el sol esculpa la piedra de mi alma
sanando estas heridas
y las lágrimas se secarán en la senda
de la fuente de la vida
En este mar de sombras de galerías eclipsadas
navego en el silencio del tiempo
buscando redención.
Anhelando encontrar nuevos ríos,
donde renazca el pergamino del eco que duerme en mí
y llueva maná del cielo.