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MELANCÓLICOS 48 : LA VIDA LLEVÁNDOME…

 


MELANCÓLICOS 48 : LA VIDA LLEVÁNDOME…


La vida llevándome como alma errante

sobre caminos de ternura en bosques de ojos cerrados 

atrapado me tiene. 

Es su balanceo el que desarrolla mis deseos, navegando

por ecos de la noche, de tu cuerpo, de mis deseos.


Estirando mi mano puedo notar tu risa

el sabor de tus labios, la  fragilidad de tus actos;

soy un alfiler en un vestido, una pompa misteriosa

invadiendo tus sentidos.


Siento tu cuerpo en mi noche, transgredes mis latidos,

eres una oquedad en el espacio, una fulgencia de amor en el día. 

Yo siento penetrar árboles en mi corazón,

son los tuyos, tus perversiones, tus ególatras sentimientos,

tus ecos, ondas  misteriosas escuchando mis desvelos

dirigiendo mi destino.


He callado el viento con mis versos, 

se ha derramado el vino como ríos en tu vientre,

he acogido tus temblores como míos y tus desasosiegos

los he filtrado con palabras de entusiasmo,

de amor en los prados, en las encinas..


Tu amor me ha golpeado el corazón, 

es una piedra lanzada con onda, surcando olas

de mi memoria, escudriñando galaxias, viajando

allá donde se forja mi alegría, mis mañanas

rosáceas, el destierro de mi esperanza,

tu voz perturbada, encogiéndose 

como un sendero de luz de racimo seco

en una vid olvidada, ni camaleones habitan en ella

es una daga contra mi mente degradada.


Amor, leve quietud, flor de ilusión, amanecer de mañana,

cultivo de flores, anatomía de lo humano, 

siente conmigo

abandonando el desasosiego que me tiene atado

en este mundo de la poesía, maravilloso

pero también cruel y perverso.


Siento que muero, en un instante fugaz

donde el tiempo ha dejado de contar

y sólo veo emociones contradictorias

mezcladas con mi alma errante en este bosque.




AMOR 75 : SILENCIOS QUE HABLAN

 



AMOR 75  : SILENCIOS QUE HABLAN



Ante la oscuridad silente de tu habitación

sobre la moqueta verde, al lado de la chimenea

tus suspiros vuelan.


Almas entrelazadas como hiedras

vertiendo su flujo y simiente en tierra fértil

sembrada con raíces fortalecidas 

en vidas que el tiempo desvanece.


Furia de la naturaleza embravecida

silencios que hablan en la sombra

pasiones y anhelos desmedidos

resplandor, unión eterna

enlazados en una sublime sinfonía

una oda al amor.


En aquel oasis de bondad, germina el amor

se unen destinos con tesón

cómo se construyeron las pirámides

o las calzadas romanas o los acueductos

vergeles donde se ahogan los humedales

de la pasión, esa que nos une amor.


Eres luz en la penumbra, brisa en el desierto

un refugio en la tormenta, una cascada en el cielo

en tus brazos encuentro abrigo, en tu voz melodía

eres mi anhelo constante, mi guía, el ciclón de mi vientre.


En tu esencia me sumerjo, por tus mares navego

por las tempestades resplandezco

eres mi panal de miel, mi dulzura.


El latido de mi cuerpo, la que colma mis deseos

como brisa que acaricia, conteniendo mi sudor

enredados en un abrazo eterno

donde el tiempo se desvanece amor.






MELANCÓLICOS 47 : PENUMBRA DE MI ALMA

 



MELANCÓLICOS 47 :  PENUMBRA DE MI ALMA


En la penumbra de mi alma se esconden

las lágrimas secas que brotan sin cesar,

un torrente de amargura

que alimenta mis tristes mañanas sin ti


Caen silenciosas, como gotas de lluvia

mojando mi rostro con su sabor salado

se deshace el nido, los pichones han volado

y tus caricias ya no están, son un sol apagado.


Mi corazón herido por un amor fugitivo

que se pierde en la alborada de la pasión

como las golondrinas 

que nunca vuelven a tu balcón

son la luz apagada del ocaso.


Lágrimas tristes que reflejan mi dolor

hunden mi alma en un mar de desconsuelo

dejando en mi pecho un profundo clamor

porque tu lo tienes deshecho de tanta insidia


Pero sé que algún día cesará este llanto

y mis lágrimas de nácar las secará el viento

se llevará todo mi alborotar

y renacerá en mí la esperanza y el encanto.


AMOR 74 : EFERVESCENCIA ES TU BOCA


 


AMOR 74 : EFERVESCENCIA ES TU BOCA


Como árbol, elevando su elegancia, 

mi persona se derrite; 

beso apasionado, envolvente, 

devorando y quemando como mar de fuego, 

acariciando mi orilla donde el agua se mece

y el aire se estremece.


Nube agitando el cielo, aliento de paloma, 

perfume embriagador de riberas, 

deja que las aguas sigan su curso, 

deja que este momento sea mío, 

entre el susurro del silencio y el eco del destino.


En la vastedad del tiempo te deslizas 

entre el prado y el sueño efímero de mi cuerpo, 

vibrando mi hoguera encendida, 

en los páramos yermos de mis sentimientos, 

sintiendo que me recorren tus caricias

 diamante eterno.


Cada minuto, efervescencia de mis fuegos, eres mía

una voz en mi sangre, una caricia al compás del vidrio

delicado de fuelle de fragua, de hechizo de luna,

un renacer nuevo, una oquedad llena de jugos lastimeros.


Entre tus brazos mi mirada se pierde, 

entre las sombras de las nubes, 

la intensidad del ocaso, 

el momento celeste que nos conmueve.


Siento que me recorres con tus caricias 

y la blanca ternura embarga mi mente de soliloquios,

llenando el espacio, 

que explora las profundidades de la estalactita de tu cueva 

en cautelosos momentos.


MELANCÓLICOS 42 : POR QUÉ HOY VUELVO A AMAR

 



MELANCÓLICOS 42 : POR QUÉ HOY VUELVO A AMAR


¿Por qué hoy vuelvo a amar como un ciclón?

soy un arrecife anclado

queriendo volver a ser fantasma 

depender de otra carne llena de huesos

irrompibles como el agua.


Los veneros de tus encantos recorren mi cuerpo

te veo en la estrellada noche de auroras boreales

en la inmensidad de los océanos, sueños crecientes

donde anidan mis sentimientos enrocados.


A veces, por tus desaires de árbol muriendo;

me enciendes como las abejas dan resplandor 

a sus panales.


Ahora soy antorcha rota, la brisa apagó mi luz

solo contemplo oscuridad y silencio, gotas

de rocío deshaciéndose en la hierba

cuando el crepúsculo desaparece 

y la luz vuelve con su alegría transparente.


Yo pruebo, imaginando, tus labios sabor melocotón, 

tus ramas recorro como una ardilla desaforada

tu savia corre por mis venas

como cauce seco en el desierto de tu espejo

deseos sobre las rubias eras, polvo que expande el viento.


Desnudo mi mente, camino meditando tu silencio

tus falta de encuentros amorosos, tus protestas 

ante todo lo que hago, mi apatía cómo cuándo llega

el otoño y todo se desnuda en silencio.







MELANCÓLICOS 46 : AÑORANZA


 

MELANCÓLICOS 46 : AÑORANZA


Añoro tus risas

tus abrazos y tu serenidad

como brisa suave acariciando mi alma en soledad.


Eres mi sol 

en el cielo de mis días turbios,

la estrella 

que guía mis pasos en la oscuridad.


En cada suspiro

en cada latido de mi corazón

resuena tu nombre 

como eco en la montaña

recordando que fuiste mi razón de amar,

mi refugio en la tormenta, 

mi eterna esperanza.


Que vuelva a brillar tu luz 

sobre mi sendero, que regreses 

cual aurora a iluminar mi cielo

pues sin ti, mi vida 

es un mar sin rumbo ni vela

un jardín marchito que anhela florecer de nuevo.


Regresa a mí, 

¡Oh fuente de mi felicidad perdida!

como el sol que retorna 

tras la noche más fría.

Y juntos, enlazados 

por un destino compartido

brillemos con fuerza 

en esta danza de la vida.


MELANCÓLICOS 45 : ENTRE LA LÍNEA DE MIS SUEÑOS


 


MELANCÓLICOS 45 :  ENTRE LA LÍNEA DE MIS SUEÑOS


Entre las líneas de mis sueños 

besando tu sombra 

en la penumbra del anochecer

imagino tu despedida. 


Un triste adiós anunciado,

mientras los demonios atormentan 

mis recuerdos

como flor sin hojas.


En el lienzo de la noche te busco

mi mente te quiere encontrar

pero al llegar el alba

solo queda el vacío

de un amor desvanecido

como frágil rocío.


Las pesadillas se apoderan de mí

recordándome que debo aprender 

a vivir con tu ausencia

con la sombra de tu adiós 

como las montañas abandonan a su nieve.


Enmudecido como la nieve

aunque me duele el alma

seguiré adelante

borrando tus huellas 

de esta estación que me mata.


En tu recuerdo

una emoción se esconde, un suspiro

una risa o una lágrima me devora

entonces, escondo el llanto 

y esparzo mis lágrimas

en mi manto de pétalos perfumados. 


Que el viento las lleve lejos, muy lejos,

hasta donde el horizonte se funde con el mar

y allí pueda dejar las heridas

que aún me hacen sangrar.


Mi vida huye lentamente 

como las nubes de la tormenta

que se dispersan en el aire, 

como una melodía, 

que alivia mi alma y la llena de calma. 


Cuando te te pienso, 

tu mirada teje mi corazón 

con hilos de esperanza


y tu alma, 


henchida de felicidad transita

por los recovecos donde se alimenta el olvido

con la ausencia de tu cuerpo 

como si fuese una mina de coltán en la selva.