MELANCÓLICOS 65 : EL CORAZÓN DESTROZADO (2)
Tengo el corazón destrozado,
la mente confundida
como rayo de sombra te marchaste
sin poder comprender ese halo de viento,
instante fugaz donde todo acaba.
Me diste el dolor de las lágrimas
la pesadez de los días largos,
las noches de hierro, frías, interminables
eran losas pesadas, capullos sin rosas
en noches de escarcha.
Intentaba recordar las huellas felices,
la armonía de los corazones humanos,
tenue fragilidad perdida, entre gritos de lobo,
en la noche de las ánimas.
Cruel aceptación de la despedida,
de la pérdida de las noches de pasiones
entre gritos y gemidos nos bebíamos el tiempo,
pero todo se desvanecía ante la cruel realidad de tu partida.
Así el tiempo pasa
la ausencia de tu maldad desinfecta las heridas,
las aspas de mi luz esparcen los analgésicos
que todo lo cura.
Ya no necesito tu amor para ser feliz,
pues conmigo me basto
y aunque duela recordarte, sé que fue lo mejor
seguir caminos distintos.