MELANCÓLICOS 64 : AMADA DAME LA PAZ
Amada, dame la paz,
en medio de esta tormenta que agita mi ser,
buscando una calma de vientos apagados
en las avenidas de las gardenias y tulipanes
llevándome por valles de tranquilidad sembrados de algodón.
Aunque quizás sea tarde, en llegar la paz a mi ser,
sé que al final, la encontraré,
para apagar este fuego
que hierve las enramadas de los pájaros.
esta hoguera que me quema las entrañas,
estando hueco.
Mis pensamientos se desvanecen,
como el humo entre mis manos,
necesito de tu amor y tu luz,
para encontrar la serenidad en este mundo
de esquelas de amor, de falsedad ensombrecido
Que tus brazos sean refugio,
de mis miedos y temores,
que tu amor sea mi guía,
un encantamiento en el cauce de la corriente luminosa.
Amada, dame tranquilidad,
para calmar este fuego que arde en mí,
y encontrar la paz que tanto ansío,
en tus brazos, en tus ojos, en ti.
En el alimento de la pasión, en el coctel del fuego
en los sueños legendarios y en el espejismo de la niebla.
Dame la tranquilidad del silencio.