MELANCÓLICOS 61: CANSADO DE TU FALSEDAD
Cansado de ver espuma en la fruta podrida
donde afloran tus falacias tormentosas,
provocando enfoques de pupilas extraviadas,
laberintos en un jardín sin dueño,
saltos al abismo de la monstruosidad que presides.
Percibo tu angustia de mujer tenebrosa
y tus explosiones de arcoíris, torbellinos
donde descansas de este infierno
de espejos perversos donde te hayas anclada,
un hedor de mañana donde comulgas tus pecados.
Cuando desnudas tus interioridades
de piscina de lágrimas de sal, enrojeces mis pupilas
en ese instante eres metáfora de mi ceguera
caminando por rescoldos de nieve
donde mi sangre se convierte en un surtidor de lamentos.
Eres la maldad del amianto de mi larga noche.
El veneno de una adelfa en un mundo de falsedad
que tú has creado, la prisión de mi amor.
Verte caer a la hondonada de la vida
en un agujero lleno de lo más hediondo
sería mi explosión de placer.
Cansado de tus insidias
camino hacia ninguna parte
acompañado de las ánimas iracundas,
esas que tú me has asignado.