POEMAS DE IMÁGENES, MI PUEBLO, GENERALES, DESAMOR, POEMAS CORTOS. MUNDO POESÍA

MELANCÓLICOS 31 : ERES MI OSCURIDAD



 MELANCÓLICOS 31 : ERES MI OSCURIDAD


Eres mi oscuridad, 

mi amor

mi suplicio

fuego quemando mi infierno,

camino que tiembla,

mi tristeza en el mundo.


Flecha adorando 

al sol de la complicidad

alborotando 

el mar de las tenebridades

despojada de ternura en las noches 

donde el crepúsculo 

muere en los altares.


Alegría perdida, 

esperanza sepultada

como las raíces, bajo tierra 

perdición del día y la noche;

inexorable ocaso 

llegando lentamente.


Días grises de agujas y tinieblas

tristeza hasta en mi frente

locura en tránsito permanente

ansiedad a manos llenas recorriendo

los espíritus de mi pasado.


Hoy mi tibio corazón 

necesita resurgir a la luz, 

dejando atrás la tristeza

volver a ver verdes valles

rojas amapolas.


Dame una luz radiante 

para olvidar mi corazón helado

ventanas luminosas 

donde entre el aire limpio, 

expulsando a este demonio 

que llevo dentro

y el alba realice otro milagro.





AMOR 55 : HIERRO ENROJECIDO




AMOR 55 : HIERRO ENROJECIDO


Como el hierro enrojece en la fragua

se fue fraguando mi amor, voz celestial

hojas de naranjo, rayo de sol

inundas mi cuerpo con tu pasión.


Ascua de brasero fuiste tú

brillando como un tesoro de alhelíes,

flotando en el estanque de mi ser celestial,

en mi palpitante interés por sentirte mi luna de fulgor.


Flor de loto, ansiedad amarilla produces 

en mi cintura, cuando la aprietas contra la tuya,

vibraciones inmersas en tu vientre de conchas

de porcelana fina, saeta de mis cantares, vino de mi vida.


Soy torpe, amor, sin delicadeza de lirio,

soy más bien esparto, quiero ser fantasma y jugar

con tu alma, deseo sientas un vendaval que te atraviesa

el cuerpo como una flecha de Robin Hood, 

sembrar flores húmedas en tu jardín.


Ser tu huésped, y tú mi dueña,

quiero seas un ramo de margaritas

que embellezca mi mesa de noche;

poder besarte eternamente con mis labios

tersos, suaves, como un racimo de uvas

o como la piel de una ciruela brillante,

guirnalda en su árbol.


Quiero seas mi espíritu y yo

el conductor de tu sueño hacia lugares

donde no exista el tiempo, seamos tu y yo

principio y fin del día.










 

MELANCÓLICOS 30: TÚ FUISTE, PADRE


 


MELANCÓLICOS 30: TÚ FUISTE, PADRE


Eras calor y frío,

una mirada ardiente al mediodía,

una pasión acelerada

un tumulto en la mañana.


En la cañada, los gorriones te trinaban

pedías lo posible y eso era imposible

comprabas el día y te daban la noche


Tus quejas siempre fueron amordazadas

no podías ulular, ni maldecir por el dolor de pecho,

por el corazón partido, de vómitos, de indolencia,

cantares del pueblo, con sus penas y alegrías. 


La luna te llamaba y tú, padre mío, 

estabas solo como la nada, nadie te esperaba, 

eras un desierto en la noche, 

tu cansancio no era nada, 

ni las oquedades de tus ojos; 

eras el esclavo de la manada, 

la que todo tenía y nunca daba nada.


En el humo de la ribera te veía

respirabas el cáncer de tu desgracia divina,

aullando como un lobo 

pero nadie te oía.


Por la noche, amordazado el miedo, 

los troncos eran tus aliados, 

te hacías disfraces con sus ramas 

el té perfumaba tu azahar

bendita primavera que llegaba

con su traje de flores 

y su mantón de manila 

a juego con su cabellera.


Ya no hay mesa, ni pan compartido

ni plato al centro de la mesa,

todo está vacío,

como tu chaleco colgado 

en la percha del olvido.


Viviste en un aire ahogado 

en un agua que no refrescaba

sudor silente resbalaba por tu cara.


Cuando dormiste eternamente

los serafines lloraban, 

esparcían tu amor por la tierra

adoraban tu divino tributo, 

y el aire se estremecía al reconocerte.


Entonces comprendí que

morir no significaba nada, 

es una palabra, sólo eso.




MELANCÓLICOS 29 : TRISTE DESTIERRO



MELANCÓLICOS 29 : TRISTE DESTIERRO


Duro será el triste destierro de mi vida

acostumbrado a dormir sobre flores

ahora caigo sobre ellas,

sintiendo el dolor de rosas sollozando.


Escarcha reprimida de mis lágrimas,

mi corazón te reclama enloquecido

trinar de arpa,

sortilegios hechos suspiros

bellos pétalos colgando

de la estela de tu cuerpo.


Tallo floreciente de flores abiertas,

abanico que me refresca, cautivándome el alma

sutil perfume con tu dulzura y fragancia

una camisa confecciono sintiendo

el roce de tu piel que me envenena.


Se llenan de nostalgias mis horas

contemplando tu rostro, es añil 

en un mar embravecido donde navega mi deseo

vestido de mañana o de atardecer doliente.


Tiembla la noche en tus manos

acaricia la esperanza tus cabellos,  

enervan las pasiones solitarias 

y claudican en ti el clavel y la violeta.


La memoria no sabe de historias

que no llegaron a hilarse,

que murieron antes de ser vividas,

sólo añoran el tacto de la piel

que recubre el silencio


Desde el otro lado del océano

Las llamas inician su solitaria travesía, 

abandonando los escarpados Andes 

volando como las golondrinas a cobijarse

bajo mi manto de hojas rojas 

naufragando en la lujuria de la noche húmeda.


Las palabras son corceles briosos 

nuestras almas lluvias qué emigran 

con los vientos,

no se encontraron, pasaron por encima de la vida, 

de los mares, atravesaron el horizonte 

ajenas a nosotros.


Naufragando en la orilla 

donde florecen las esperanzas

de los amantes cautivadores.





 

GENERALES 4 : CÍCLICO


 


GENERALES 4 : CÍCLICO


Siempre las mismas notas, 

los mismos recuerdos, 

sofocante calor, frío invierno.


Árboles desnudos, 

otoño inmundo

árboles vivos, 

con su capa de primavera 

y su colorido de feria.


Por las mañanas 

cuando el pájaro canta 

aún con la oscuridad dentro de la noche,

salíamos a faenar al campo.


En verano tocaba magrear las cepas, 

moverlas con tanto esmero 

que parecían tus amantes, 

arrancándoles de su alma,

a su hijo, el racimo de uvas 

tersas y dulces como tus labios, cielo.


Esos cuerpos deshechos de no dormir, 

curtidos como la roca del viento, 

de la lluvia, lamentos y quejidos del día, 

que iba viniendo lentamente 

pero inexorable hacia nosotros.


El tiempo de oasis secos 

tormentas sedientas 

pasó por mi envenenado 

corazón de espinas sin flores. 


El río que bajaba mansamente 

se llevó la inmundicia 

que cabalgaba por mis venas, 

me agarraba a la estaca atado sin reacción, 

era un pájaro sin alas.


Ahora sobre aguas mansas 

transcurre el barco de mi vida

Sin oleajes, ni marejadas, 

ni mares gruesas, 

revueltas ansiedades prescritas.


Como el viento se lleva 

los nubarrones negros, 

ese agua limpió 

los peajes de mi autopista, 

y hoy aparece ante mí, 

la luz esplendorosa de la vida.


MELANCÓLICOS 28 : PÁRAMO YERMO


 

MELANCÓLICOS 28  : PÁRAMO YERMO


Hoy el páramo está yermo

como en los fríos días de invierno

ese invierno crudo

que produce tristeza y desaliento.


Te marchaste un día gris plomizo,

aún no sé qué sensación experimento

cuando lo recuerdo.


Lucho porque sea un bello recuerdo

en mi corazón dolorido

de tanto verte, todo el tiempo.


Marchó por la vida como un lamento

acompasado, roto.


También hubo gratos momentos

imágenes bellas que guardo

en el desván de mis recuerdos.


Hoy es invierno,

el páramo está yermo.

vendrán primaveras, veranos, otoños

nunca estaré contigo

me martillean los fotogramas

en blanco y negro.


No habrán rosas

aunque siembre rosales

no habrá trigo

aunque esparza semillas por los campos

que una vez pisaste

y hoy te echan de menos.


No tendré vida contigo

aunque conserve

aquellas páginas vividas

que fueron alegres

y se han convertido en lamentos muertos,

en vez de escenas en color,

todas las que viví contigo

.