Te veo deshojando la tibieza de mis labios,
en el instante que palpo la palabra
que llevo en mi pecho,
en las tardes pintadas de calma
cuando la risa es luz y tu corazón
el vuelo de un poema.
En ti crece la niebla de la mañana,
el faro sereno de la noche sin rumbo,
un abrigo de sueños y ternura
cuando en tu vientre encuentro el cielo desnudo.
el faro sereno de la noche sin rumbo,
un abrigo de sueños y ternura
cuando en tu vientre encuentro el cielo desnudo.
La noche se acerca y en tu mirada
aún arde la luz bailando
entre las llamas errantes del crepúsculo
cuando el sol no pronuncia palabra.
aún arde la luz bailando
entre las llamas errantes del crepúsculo
cuando el sol no pronuncia palabra.
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