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MELANCÓLICOS 38 : SI TÚ TE ALEJAS


 


MELANCÓLICOS 38 : SI TÚ TE ALEJAS


Si tú te alejas, 

no sé si las rosas de mi jardín volverán a brillar, 

o perecerán con tus cenizas

tu perfume no volverá a despertarme con su fragancia

sólo quedará su indolente olor en mis sábanas.


Si te marchas, 

flor de mis ansiedades nocturnas

quedaré silente, frustrado, buscándote en mi agonía 

y el colibrí no volverá a posarse  en mis pacíficos blancos 

como tú, ternura mía.


Si te vas 

con otro sol, otras nubes, 

serás fruto que se desprende maduro 

cuando ya ha absorbido todos los nutrientes 

y deja al árbol desguarnecido, 

se ha ido parte de su vida.


Cuando no estás, 

soy pez de aguas profundas

nadando tranquilo aunque haya maremoto en la superficie

no existe el miedo, se ha desvanecido, como un soldado

abatido en una guerra sin sentido.


Cuando vuelas 

de mi lado, sólo quedan tristes días

la luna ya no es espejo, solo melancolía, 

los días son opacos y fríos.

Necesito aprender de nuevo el arte de la felicidad

las angustias deben ser borradas

de las hojas de mi calendario.


Aunque nunca lo confiese, 

siempre estarás en mi sangre

en mi devenir del día a día, 

te veré en el árbol, en la montaña

circularán por el riachuelo de mi alma, 

porque la dicha que me diste 

debe permanecer para siempre guardada

en el cristal de la añoranza.






AMOR 64 : EL TEATRO DE LOS SUEÑOS


 


AMOR 64 : EL TEATRO DE LOS SUEÑOS


Déjame verte 

cuando en el techo de mi vida 

estando en mi porche 

relajado, aparezca la noche.


Llena de ojos burlones 

que nos vigilan sobre un manto negro 

que contraste con el brillo de las estrellas,

los soldados de la noche.


Déjame acariciarte

cuando mi amante, la luna, 

venga celosa de ver cómo te admiro 

aunque tú no seas roja, sino de plata 

o quizás de hojalata.


Déjame decirle a ese sol rojo 

que se despierta por la mañana 

te traspase sus tonos  

a ti, luna amarillenta,

con carita de enferma.


Lléname, luna roja, 

de jugos de sangre, 

especialidad de la casa

cuando mi cuerpo pasa hambre.


Hambre de amarte , 

tenerte entre mis brazos 

como los adolescentes 

cuando juegan a quererse 

en mitad de una fiesta.


Besarte, con miel y limón

o zumo de fresa 

sobre tu cuerpo, 

una delicia aspirarlo con suma delicadeza 

como se doblan las prendas 

más delicadas de mi princesa.


Oliendo a yerbabuena 

tu amor exultante 

como un lirio que ama a la abeja 

de sus suplicios y sus lamentos más profundos

porque hurga 

en lo más profundo y sagrado 

de su cuerpo


Ese cuerpo de onda, 

que muere en mi orilla 

cuando el sol se levanta 

y la luna se acuesta.


Me tiene caliente el alma

frío el corazón 

y siento destemplanza 

como el virus le causa a tu cuerpo

cuando falta la vitamina del amor 

en un teatro donde nada falta.


MELANCÓLICOS 37 : ME LEVANTO…


 


MELANCÓLICOS 37 : ME LEVANTO…


Me levanto con la aurora, 

contemplando la belleza del amanecer, 

en un solitario banco, lleno de polvo, 

de recuerdos que cubren su frágil madera.


En la quietud de las flores y algún gorjeo, la nostalgia

me abraza, como agua de lluvia o la niebla envolvente,

mágica, solitaria, como yo en esta mañana.


Un tono de penumbra me acompaña,

susurros de antaño se desvanecen, 

son ecos en el aire, no pasa el tiempo 

ni la espina clavada en mi costado, 

son serenatas cuando el sol se ha despertado.


Así corazón de esperanza llegas a mi,

posándote como la brisa sobre mis mejillas,

suspiro intenso, bocanada de aire deshaciéndose con el viento 

sobre mis mejillas sonrosadas, 

inocencia que encumbra al alma solitaria.


Mujer de hielo, manos frescas como brisas norteñas

sé brasa en mi chimenea sin carbón;

tráeme la lujuria, el pecado, en un forro de esperanza

no quiero traficar las caricias, emborráchame de pasión;

mujer velero abrázame en este rincón.


Resplandece mi morada con los rayos de tu sol

soy nube de flores suspirando por ti, hechizo de luna

llévame al paraíso donde vivamos tú y yo

lejos del manzano de la perdición.


AMOR 63 : EN EL ECO DEL SILENCIO


 


AMOR 63 : EN EL ECO DEL SILENCIO


En el eco del silencio, una mirada embalsamada, 

una oración al corazón, nuestras almas se encuentran,

enredadas en un baile de amor y esperanza eterna.


Tu mirada penetra, mi ser se estremece,

en cada susurro, el amor florece,

en medio de la pasión 

y necesito refugiarme en tus brazos.


Siento que te amo con el alma enardecida,

y en tu abrazo encuentro la paz prometida.

Tus palabras son caricias en el aire,

y tu mirada furtiva se clava en la diana de mi corazón.


Es un pacto sagrado que nos hace amarnos 

sin reparos, sin desaires; cuando estás te quiero

cuando no, eres mi sepultura, muero 

cuando no te veo, no te siento.


En el silencio sepulcral, se fragua nuestra unión,

emanando ternura, primavera de color intenso

que en mi corazón penetras anudando nuestra alma

en un lazo que no entiende de distancia ni confusión.


Escucho tus latidos, melodía celestial,

en tu triste mirar, el amor esencial.

quisiera como las aves volar, penetrar

en tu habitación y que nuestro cuerpo y alma

sean solo amor.


Fundirnos en un abrazo que traspase lo terrenal,

dos almas en comunión, en un amor sin igual.

Que perdure este sentir, esta pasión sin final,

en la eternidad de nuestro querer, 

en lo más profundo, inmortal.


AMOR 62 : EN EL SILENCIO DE LA NOCHE


 


AMOR 62 : EN EL SILENCIO DE LA NOCHE


En el silencio de la noche estrellada,

me embriaga el misterio de tu amor.

¿Cómo expresar lo que llevo en mi alma?

¿Cómo soltar este sentimiento ansiado?


Ante tus sueños que tejen universos,

me acerco en puntillas, con amor delicado.

Tu paz dormida me llena de versos,

y en un susurro te entrego lo anhelado.


¡Te amo!, resuena en la quietud etérea,

como eco de un corazón enamorado.

En cada latido, en cada quimera,

te entrego mi amor en un suspiro alado.


Que estas palabras encuentren tu ser,

y en tu mundo interno se queden grabadas.

Mi amor por ti no dejará de crecer,

en cada amanecer, en todas las miradas.


En el eco del silencio, nuestras almas se encuentran,

enredadas en un baile de amor y esperanza.

Tu mirada penetra, mi ser se estremece,

en cada susurro, el amor florece.


Siento que te amo con el alma enardecida,

y en tu abrazo encuentro la paz prometida.

Tus palabras son caricias en el aire,

un pacto sagrado que nos hace amarnos

sin reparos, sin desaires.


En el silencio sepulcral, se fragua nuestra unión,

un lazo que no entiende de distancia ni confusión.

Escucho tus latidos, melodía celestial,

en tu triste mirar, el amor esencial.


Nos fundimos en un abrazo que traspasa lo terrenal,

dos almas en comunión, en un amor sin igual.

Que perdure este sentir, esta pasión sin final,

en la eternidad de nuestro querer,

en lo más profundo, inmortal.


MELANCÓLICOS 36 : AMISTADES…


 

MELANCÓLICOS 36 : AMISTADES…


¡Oh amiga! silenciosa y muda,

testigo de mi llegada a la luna,

historia de mi vida, vaina encendida,

eres un pistilo viviente; 

convertida en milagro, petrificada.


¡Oh amiga! eres mi despegue,

un avión de plástico volando

con el viento, que guarda mil  historias,

en cada uno de los recovecos que azota

con su tormento.


¡Oh amiga! atraviesa el sonido,

trae tus colores a mis pupilas,

revolotea sobre mis sentidos,

sé un enigma que se desliza 

entre mis sombras infinitas.


Alegras las notas de mi mar,

palpitando tus flores melodiosas;

eres mi cielo volando, mi alegre euforia;

caminos de vida compartidos 

en calles empedradas de sutileza.


Soy pecado de tus sentidos,

órdago de tu infinito, floración de tu jardín;

soledad, amor, tristeza, empatía,

una luz salida del alma que te arrulla;

la escuchas y patinas, la lees y dinamita tu cuerpo;

si me hundo en la ría, tus alas de colores

se posan en una flor que se deshoja.


Risas al al atardecer, tiempo cristalizado,

capullo alumbrando tu vida soy, tímida claridad

que me acongoja, indiferencia que me lastima,

tus no, son mi tristeza melancólica 

servida en sorbos de alegría.


Mi ansia, una garganta inagotable 

llamándote y no vienes; eres éxtasis del sonido que no llega;

contigo quisiera viajar en olas de nostalgia 

donde se proyecte nuestra vida 

en una pantalla de lujuria.


Cama de sauce, vientre de petunia, 

no paro de pensarte, mis tristezas las disimulo 

cuando te canto.


Eres mi miedo guardado en la maleta

una estación aparcada en mi mente

que te desea, bajo el manto

de una noche estrellada, silenciosa

y muda, donde dejes de ser un milagro petrificado

y te conviertas en sueño dorado.