POEMAS DE IMÁGENES, MI PUEBLO, GENERALES, DESAMOR, POEMAS CORTOS. MUNDO POESÍA
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MELANCÓLICOS 5 : RECUERDOS DEL SILENCIO
MELANCÓLICOS 5 : RECUERDOS DEL SILENCIO
Sobre la cama, en silencio,
el último picardías que llevabas puesto
en nuestro último encuentro.
Un olor a perfume alado, Dios de nuestros aromas,
en aquel laberinto de pasión encendida
de olores a otros tiempos aterciopelados,
de arduos recuerdos.
Laberinto de crepúsculo enfurecido soy,
vainas de plata que recorrían tu cuerpo,
era tu perversión, tus hormonas alteradas,
flor de mi pasión.
Me llevabas a parajes de ensueño,
fantasías, resquemores en el cuerpo,
un arder hirviendo,
un terremoto que me inundaba
estallaba en mis adentros.
Era tu alegría, en aquellos fríos días de invierno,
tu sinfonía en aquella habitación
donde hoy mueren mis sueños
Eras la desnudez de mi alma,
la fragancia de mi jardín,
mis te quiero con el alma
aterida de pasión
en aquella cama, donde hoy están
nuestras intimidades en silencio.
AMOR 37: CUANDO PIENSO EN TI
AMOR 37: CUANDO PIENSO EN TI
Cuando pienso en ti,
el monte se derrumba,
la ardilla emigra, y mis ojos,
brillan más que el firmamento
en una noche oscura.
Te deseo como el brillo del sol
desea la tierra,
Entonces,
yo me sumerjo en ti,
te siento en mis labios,
mis manos se alborotan
y mi corazón se deshace
de felicidad, como la espuma
en la orilla.
Una cascada que conmueve mi alma,
deseo tenerte, acariciarte,
o ver cómo te acaricias,
en un momento sublime de dicha.
Un encuentro en la mañana,
unos pasos que me recorren
en la madrugada, cuando duermo,
te inmortalizo en mis sueños,
entonces, yo soy tu sueño, te vivo,
fulgor de mi consuelo.
Eres la noche estrellada, mi anhelo,
te percibo, noto tus olores,
el brillo de tus ojos y hasta tus lamentos,
solidarios con los míos,
Y los siento, jardín florido de mi pensamiento.
Te quiero más que el aire
que respiro, anémona floreciente submarina,
pétalo rojo sonriente,
dicha de mis días, consuelo de mis noches.
AMOR 36: ¿CREES QUE TE QUIERO?
AMOR 36: ¿CREES QUE TE QUIERO?
No encuentro adjetivos para describirte
para engalanar tus ojos,
un crisol de luz se deshilacha
sin temer a la muerte cabalgando
en caballo blanco, aurora de vanidades.
El aire se llena de amor
flota por los humedales de tu cuerpo
saboreando la esencia de cada poro
de cada recoveco, una pasión desmesurada
como huracán que me recorre el alma.
El amor de susurros al oído
de vibraciones adheridas a tu hoy
cuando me tienes como las palabras
tienen al oído, o los besos a tus labios.
Quiero saborear cada beso,
cada pétalo de tu cuerpo
cada mañana contigo
en ese sueño que es paraiso.
Mariposa que vuela por nuestros caminos
efervescencias de lo divino
mar de felicidad, arcanos que bailan
en el corazón del poeta.
Brillo esperanza es nuestro destino
ríos navegables, pasiones cómo cielos
estrellas sin órbitas, navegando a placer
en un mundo mundano
donde tú cuerpo y el mío sean un solo árbol.
AMOR 34: MIS OJOS ENCANDILAS
AMOR 34: MIS OJOS ENCANDILAS
Tú recorres mis venas,
sintiendo mi latir sereno,
enciendes mis pasiones,
las destruyes con tu fuego,
tú eres mi tesoro escondido,
la flor que alegra mi pensamiento.
Mis ojos encandilas,
eres un arpa escondida
en algún recoveco de mi fantasía.
Viento, ola, maremoto que enerva el ciprés
de mi alma, una roca en tu cuerpo.
Camino sin caminar, ando volando
como tú, mariposa; embelleciendo
mi dulce halo de ternura,
en este páramo dormido
en el transcurrir del tiempo.
Manantial de luz, roble de plata,
monte dormido y en tu cabeza
el cielo bostezando de añoranza.
Burbuja de indeleble frescura,
pompa de jabón que el aire contaminas
y tus perfumes, seda fina,
piropos al aire, ventiscas
que mi corazón resucitan.
Luz venturosa, oscuridad bendita
ríos de felicidad, cuando mis labios sometes,
esclavitud bendita, flores de primavera,
caudales de alegría son tu alma y la mía.
Venturosa calma, de margarita acostada,
en el jardín de tus venturas
cuando el jilguero canta.
AMOR 33: ¿PARA QUÉ QUIERO VER?
AMOR 33: ¿PARA QUÉ QUIERO VER?
¿Para qué quiero ver?
Imaginar es más bello
soñar con una luna pálida
reflejada en un mar de plata
yo remojando mis pies en la orilla
Los pájaros volando
sobre montañas de algodón
donde duermen las nubes
cuando están cansadas del peso.
El viento esparciendo las flores
las mariposas volando
por el jardín de los sueños eternos
donde la divinidad nunca acaba
árboles bailando;
de fondo, miles de orquestas
tocando bellas sinfonías
en un carrusel sin dueño.
Un valle de mucho colorido
con una diadema de arcoíris
con pasarelas al cielo
buscando la divinidad perdida
Unas sombras en penumbra
apurando hasta el último aliento
como si la vida le fuese en ello
ser rayo y trueno
luz y sonido en el mismo instante
Meteoritos convertidos
en átomos de placer
Un arpa con melodías celtas
Un fiordo desbocado en un monte exótico.
No encuentro adjetivos para describirte
para engalanar tus ojos, derretir tus labios;
un crisol de luz se deshilacha
sin temor a la desbandada de tu paraíso inmenso
El aire se llena de amor
que flota por los humedales de tu cuerpo
saboreando la esencia de cada poro
de cada recoveco, una pasión desmesurada
como huracán que me recorre el alma.
El amor de susurros al oído
de vibraciones adheridas a tu hoy,
cuando me tienes como las palabras
tienen al oído, o los besos a tus labios,
Quiero ser tu argumento
tus pétalos, deshojar tu margarita
despertar cada mañana contigo
en ese sueño que es paraíso.
Mariposa que vuela por ávidos caminos
efervescencias de lo divino
mar de felicidad, arcanos que bailan
en el corazón del poeta
MELANCÓLICOS 24 : NOSTALGIA
MELANCÓLICOS 24 : NOSTALGIA
Cayendo la tarde
sobre el estanque dorado,
volviendo a ver las mismas tinieblas,
luces apagadas en un mundo claro,
donde los rayos se mezclaban con los ávidos truenos.
Me bamboleas como una sierpe rosácea,
un avatar abandonado es tu existencia;
unos niños jugando a la nostalgia, un paredón abandonado
donde jugamos a nuestros juegos de laberintos vidriados
exhalados por la bruma y el viento.
Eres el beso que penetra en mi interior devorándome,
quemándome como Nerón quemó Roma, soy las ondas
del agua cuando navegas sobre ellas, abrumador acto
torpemente compartido por la alborada de la nostalgia.
Humanidad en penumbra, solsticio de primavera,
arrullo de palomas penetrando en mi torrente rojo
de células muertas, esperando el despertar de la mojada
tarde como cristales impenetrables de la mirada.
Sueños de metal enmascarados de vino no bebido,
amores de arquitectos fallecidos en el valle
de la dicha, acuarela resplandeciente del momento;
historia de ayer, tren sin pasajeros, sueños de libros
infinitos sobre papiros egipcios, el universo resurgiendo.
Otoño cayendo, hojas volando provocando
sombras entre nubes en el cielo,
noche de júbilo, mañana adversa, recuerdos indolentes
que se derraman en mi casa.