GENERALES 2: ASÍ ES MI POESÍA
Cómo quieres que escriba
si tengo las telarañas oxidadas,
la sustancia gris está deshabitada,
no fluye el río, ni la cañada.
No hay pájaros que cantan,
están adormecidos, como mi mañana.
Las colinas me dan la espalda,
viejos hechiceros andan tras de mi
quieren apoderarse de mi poder,
pero yo levitando he de resurgir.
De esas cenizas muertas
polvo blanco o gris,
cascada o tumba, que más da;
todo este devenir es un crujir de dientes
una maleza que no para de parir,
un canguro asustado a punto de salir.
No, no quiero escribir estas cosas terrenales
quiero subir a los cielos
ser trueno, rayo devastador.
¡Oh!, Dios dame elocución
para hablarle al gusano
a la ardilla, al tirano,
acaso no es vida, entre los mortales.
yo soy la muerte en este mundo
de desvaídos lodos, carnes trémulas
omniscientes creídos,
concupiscentes que no fornican
Dios , dame la luz
para barrer de este mundo ese engendro
que me tiene atado
en este mundo inmundo, de fracasados arraigados;
se agarran a la madera como los náufragos,
son un delirio en una noche de tormenta.
Un saber , sin saber,
hablar sin querer,
odiar por despecho,
escribir para satisfacer egos.
¡Oh! mándame al refugio del trino,
de la ola perdida,
del barco que camina despacio;
quiere morir con ese barco,
a la deriva, pero siendo consciente
que las letras son mi guía.
En este barrio de fortalezas caídas,
de dioses derruidos
en calles estrechas
mentes de porcelana.
En esta vereda que es la vida,
montañas encarnadas,
ríos de plata, cielos provocadores
hablan a mi mente
de poemas de muertos,
de fantasmas que vuelven.
Son fantasías de un corazón
efervescente, en un país de discentes;
una barca a la deriva me lleva
a paraderos desconocidos,
un timón guiado por un elefante
ha de traer la felicidad a este barrio;
las niñas ya no van al teatro,
los hombres se masajean en solitario
¿Tú me preguntas qué quieres decir?
lo que la mente dicta a estos dedos
al escribir,
fluyendo sin pensar
escribiendo el palpitar del hombre
en su eternidad.