AMOR 69 : VIENDO LA LLAMA DE TU CUERPO
Viendo la llama de tu cuerpo
entre las sábanas,
tu palpitar sereno,
soy vagón de tren circulando
por el vergel de tu semillero.
Paraíso soterrado,
abandonado de la hedonia,
tal vez desecho de la apatía,
mustio, agonizante
como un cervatillo herido.
Reclamo mi parte del pastel,
endulzando tu carácter,
con almíbar y mermelada de miel
como las rosas que florecen encima de tu vientre.
Mujer triste, inquieta ,
con aire insigne, quizás, como el rayo
debes retar a tu naturaleza,
clamando al cielo que dejes de ser pureza
y te conviertas en fuego.
Fuego, ascua, ceniza, crepitar de huesos,
manos alargadas, sabuesos dentro,
soy cobra que besa con lengua viperina
bordeando las cimas de tu valle fecundo.
Mujer, conmuévete,
que tu sangre fluya
como acequia con motor potente,
bombeando tú débil cuerpo de manzana tierna,
cielos rosa se abrirán,
componiendo un lienzo de estallidos de fresa.
Anacoreta de la vida soy,
quiero sembrar mi simiente en tu jardín,
capullo de rosas abierto
será el manjar de tus deseos,
falacia de tu perdición,
perdición de tus sueños en los míos,
en un mar de tranquilidad y sosiego.