LAS OLAS
Mi dicha es tu gozo
cuando te persigo y corres
iluminada,
cuando te alcanzo
te has esfumado.
Eres espuma que el viento desmiembra
con suma sutileza
y envía al barrio del olvido
donde no existen anémonas ni lunas
ni pompas reactivadas,
se han ido a vivir a otro lado.
Sonríes a la orilla,
Y a mí con tu cresta blanquecina
me haces caricias, tan sutiles,
tan sublimes como la bondad del día.
Autopistas de felicidad en las quillas
de los barcos, eres su aliada, contigo
al confín del mundo, entre bamboleos
y ritmos acompasados, como música de jazz.
Tu corazón incansable , tu fuerza indomable,
dama de los mares llévame a un viaje
donde nada se acabe, sea inmortal
imperecedero, como lo eres tú
ola del alma