A MI MADRE
Ya se apagó tu flor
tu hora llegó demasiado pronto
cómo el bebé prematuro
que nunca tuviste.
El cielo se estremeció
las nubes lloraban destrozadas
por dejar a tu gorrión,
tan solo
en esa lucha conjunta
qué vivisteis con tanto amor.
El camino está de luto
no volverá a sentir tus pisadas
azarosas
por llegar a tiempo
con la comida caliente.
Los balcones miraran al cielo
para irse contigo,
y los sigas cuidando
con tanto esmero.
Cuando la gente pasaba
por la puerta del Cerrillo
Y tus balcones veían, con tanta belleza,
los visitantes que los contemplaban,
se quedaban paralizados
cómo te has quedado tú
en este sueño eterno.
Tu viaje espero haya sido alegre
y te recibieran los serafines en el cielo
espérame allí
cuando llegue, haré una fiesta contigo,
en ese lugar de ensueño.