MELANCÓLICOS 34 : ERES LA VIDA DE LA FLOR ENSOMBRECIDA
Eres la vida de la flor ensombrecida de mi alma
el faro de mi amor transeúnte,
la lámina divisoria de mi mundo,
ráfaga de peces luminosos esparciendo
el plancton por la tierra.
Una cálida bienvenida al solsticio de invierno,
lloroso atardecer de colores intensos
amasan mi visión de lobo hambriento,
caníbal de tiempos remotos.
Deterioraste mi vida con tu hacha dorada,
tallo de flor pisoteada, amante de lo clásico,
perversa como el vino, venenosa como la serpiente
cuando otea a su presa, y no se detiene.
Corriente de sudores turbios,
calcinados por los efluvios de tu mirada,
melancolía de plásticos en la hondonada de tu alma
sedienta de revancha, embaucadora de peces de plata.
Vidrioso anochecer de humedades perversas,
sonidos estridentes en nuestras mentes deshechas
de opulenta envidia callejera, notas en una servilleta.
Llegará la primavera del alma,
en barcos alados con fanfarrias,
me verás y huirás porque en el fondo
soy tu ansia, tu ser, tu divinidad en la tierra.