UN CORAZÓN AL SOL
Un corazón al sol,
una espina dorada en el salón,
la quietud de tu vida sobre un caballo
vacilando, creyendo que el escarnio
no es pecado.
Unos sauces en la esquina
moribundos de tanto llorar;
soy su cuidador y quiero
llorar con ellos en este mundo
de sustento irracional.
El cielo rayado por nubes carmesí
huyendo despavoridas en círculo lunar
sobrecogidas por la belleza de los arrecifes
en la orilla de tus piernas cansadas de caminar.
Una tarde soleada con capa y espada
con sombrero de tres picos,
en la portada hambrienta de sentimientos
de la ventana, donde tú y yo descubrimos
el amor fraterno de la mirada.
Un paseo a través de la materia corpuscular
de tu universo, en aquella tarde
donde el promontorio de tu belleza
hacía alardes de grandeza.
Una vida llena, plena, satisfecha
rodeado de amores de felicidad eterna,
alumbrando los pareceres de mi camino
en una playa desierta y, sedienta de justicia
aquí en la tierra.