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MELANCÓLICOS 29 : TRISTE DESTIERRO



MELANCÓLICOS 29 : TRISTE DESTIERRO


Duro será el triste destierro de mi vida

acostumbrado a dormir sobre flores

ahora caigo sobre ellas,

sintiendo el dolor de rosas sollozando.


Escarcha reprimida de mis lágrimas,

mi corazón te reclama enloquecido

trinar de arpa,

sortilegios hechos suspiros

bellos pétalos colgando

de la estela de tu cuerpo.


Tallo floreciente de flores abiertas,

abanico que me refresca, cautivándome el alma

sutil perfume con tu dulzura y fragancia

una camisa confecciono sintiendo

el roce de tu piel que me envenena.


Se llenan de nostalgias mis horas

contemplando tu rostro, es añil 

en un mar embravecido donde navega mi deseo

vestido de mañana o de atardecer doliente.


Tiembla la noche en tus manos

acaricia la esperanza tus cabellos,  

enervan las pasiones solitarias 

y claudican en ti el clavel y la violeta.


La memoria no sabe de historias

que no llegaron a hilarse,

que murieron antes de ser vividas,

sólo añoran el tacto de la piel

que recubre el silencio


Desde el otro lado del océano

Las llamas inician su solitaria travesía, 

abandonando los escarpados Andes 

volando como las golondrinas a cobijarse

bajo mi manto de hojas rojas 

naufragando en la lujuria de la noche húmeda.


Las palabras son corceles briosos 

nuestras almas lluvias qué emigran 

con los vientos,

no se encontraron, pasaron por encima de la vida, 

de los mares, atravesaron el horizonte 

ajenas a nosotros.


Naufragando en la orilla 

donde florecen las esperanzas

de los amantes cautivadores.





 

GENERALES 4 : CÍCLICO


 


GENERALES 4 : CÍCLICO


Siempre las mismas notas, 

los mismos recuerdos, 

sofocante calor, frío invierno.


Árboles desnudos, 

otoño inmundo

árboles vivos, 

con su capa de primavera 

y su colorido de feria.


Por las mañanas 

cuando el pájaro canta 

aún con la oscuridad dentro de la noche,

salíamos a faenar al campo.


En verano tocaba magrear las cepas, 

moverlas con tanto esmero 

que parecían tus amantes, 

arrancándoles de su alma,

a su hijo, el racimo de uvas 

tersas y dulces como tus labios, cielo.


Esos cuerpos deshechos de no dormir, 

curtidos como la roca del viento, 

de la lluvia, lamentos y quejidos del día, 

que iba viniendo lentamente 

pero inexorable hacia nosotros.


El tiempo de oasis secos 

tormentas sedientas 

pasó por mi envenenado 

corazón de espinas sin flores. 


El río que bajaba mansamente 

se llevó la inmundicia 

que cabalgaba por mis venas, 

me agarraba a la estaca atado sin reacción, 

era un pájaro sin alas.


Ahora sobre aguas mansas 

transcurre el barco de mi vida

Sin oleajes, ni marejadas, 

ni mares gruesas, 

revueltas ansiedades prescritas.


Como el viento se lleva 

los nubarrones negros, 

ese agua limpió 

los peajes de mi autopista, 

y hoy aparece ante mí, 

la luz esplendorosa de la vida.


MELANCÓLICOS 28 : PÁRAMO YERMO


 

MELANCÓLICOS 28  : PÁRAMO YERMO


Hoy el páramo está yermo

como en los fríos días de invierno

ese invierno crudo

que produce tristeza y desaliento.


Te marchaste un día gris plomizo,

aún no sé qué sensación experimento

cuando lo recuerdo.


Lucho porque sea un bello recuerdo

en mi corazón dolorido

de tanto verte, todo el tiempo.


Marchó por la vida como un lamento

acompasado, roto.


También hubo gratos momentos

imágenes bellas que guardo

en el desván de mis recuerdos.


Hoy es invierno,

el páramo está yermo.

vendrán primaveras, veranos, otoños

nunca estaré contigo

me martillean los fotogramas

en blanco y negro.


No habrán rosas

aunque siembre rosales

no habrá trigo

aunque esparza semillas por los campos

que una vez pisaste

y hoy te echan de menos.


No tendré vida contigo

aunque conserve

aquellas páginas vividas

que fueron alegres

y se han convertido en lamentos muertos,

en vez de escenas en color,

todas las que viví contigo

.


AMOR 54 : AMOR ESPERANZADO


 


AMOR 54 : AMOR ESPERANZADO


Allí donde nace la esperanza

y el temblor nunca ha llegado

sobre verdes colinas enceladas

de la calidez de tu valle, 

instalaremos el panel de la alianza

que ambos hemos jurado.


Sobre las frescas alboradas 

construiremos un lecho de amarillentas margaritas,

más no para manchar tu delicado vestido de estrellas,

sólo para mantenerlo vivo, en este estío de lágrimas

que vivo.


Dentro del agua transparente del riachuelo,

en su espejo, juramos ser pichón y nido

cauce y río donde convivir entre la palpitante sombra

del sauce y los pegajosos panales de miel, sellaremos

nuestro indulgente amor para siempre.


Más si alguien osase, desenclavar 

este hermoso lienzo que deseo compartir contigo, 

amada mía, hasta los relámpagos de los profetas 

cortaran las rosas con espinas si hiciese falta.


¡Oh amor! embravecido mi ego funerario

lo convertiste en fulgor de estrellas lejanas

alumbrando mi rostro de fino alabastro

y mi corazón de corteza de álamo de ribera.


¡Oh corazón! evocando los rayos del sol

la distancia entre el cielo y la tierra

la distancia entre el agua y el fuego del ocaso,

principio y fin de nuestra visión;

allí, se producirá el gran hecho


Respirarás mi aire y serás mi aliento

comerás de mi mi fruta y saciaré tu hambre

serás noche y luz, duende y magia,

de esos amores que nunca acaban.






MELANCÓLICOS 27 : ANOCHE DORMÍ CON UN FANTASMA


MELANCÓLICOS 27 : ANOCHE DORMÍ CON UN FANTASMA


Anoche dormí con un fantasma

las ramas de su árbol cubriendo 

mis oquedades era un esperpento

muy elocuente.


Anoche me sentí sediento

bebí el agua de mi vientre,

dormida, con escalofríos de los

tirabuzones de mi bosque.


Anoche rompí la Vía Láctea

mis constelaciones oscureciendo

sus vibraciones y giros se convertían

en olas de mar enfurecido, reflejos de mis rodillas

cuando se doblan pero no sudan.


Anoche Eros me envolvió en su sábana

sentí escalofríos, recorriendo mi cordillera

ondas de sonidos, hambre de cuerpo, 

pero nadie venía, sólo ilusiones de una

estrella polar insaciable, lluvia cayendo en la niebla.


Anoche vino el vacío, no era nada

sólo calores de pecho, llamas inusuales

escondidas en mi alma, llegaron hasta mí

cómo ejército poderoso que mi sangre desborda

y me sentí lleno pero muy solo.


 

MELANCÓLICOS 26: NO ESTÁS


 


MELANCÓLICOS 26: NO ESTÁS


Sé que no estás en mi pecho 

para sentir tu calor, la vida se te escapó

se fue volando hacia el sol. 


No estás en la calle, recuerdo

vagamente tu estela de hambre y sonrisa

eras el arcoíris de la vida.


Sé que después de esta vida

existe otra, más trasnochadora

menos disconforme

donde el silencio es el premio,

la soledad, la quimera

y tú, mi bien preciado,

el sol alumbrando mi preciada cabellera.


Sé que después de este sol

viene otro, de lentes más gruesas

relámpagos brillantes que relucen 

más que las estrellas.


Existen colores invisibles

que hieren el iris de tus ojos

quiero ver esta maravilla contigo;

ser muerte y vida,

una resurrección que dure toda la existencia.


Quiero imaginar lo bello

lo que necesito, tu luz de fantasía.


Ser el ocaso de tu sangre

en una tarde llena de colores,

de sentimientos que afloren por mi cielo,

despejado, de sombras demoníacas.


Sé que no estás, vives en tu mundo

de sombras apagadas, invisibles a mis ojos;

de caparazones que obstruyen mi mirada,

navegando por tu mar salada, fría, embelesada.


No encuentro adjetivos para describirte

para engalanar tus ojos, acortar la distancia

que nos separa.


Ser un rayo de luz que me conduzca

hacia tu morada, dulcemente,

como mi vida te ama.