CUANDO ME DETENGO
Cuando me detengo en la pulpa de tus labios
los acaricio con las yemas sensoriales de buen catador
el eco de tus suspiros se mezcla
con los latidos de mi pecho
abrazando la melancolía que nos une en silencio.
En cada frase
se enciende el suspiro de la mañana
se condensa la pasión de la noche
de un amor que trasciende la distancia.
En los veranos surtidores en luna de ángel
presencia de montañas sin penitencia
y el mar donde desaparecen las sombras
son reflejos de arcoíris en mi memoria.
Ahora tu tierra no es de nadie
habla la mirada de amaneceres sombríos
en la escasez de los días sin lluvia
entrando el frío por la ventana.
¿Para qué hablar, si el sentir se expresa,
con el roce de una lujuriosa luna?
¿Para qué gastar palabras con escasez de relincho?
Los gestos de cuerpo,
hablan más fuerte que mil vocablos hambrientos.
Silencio, guardemos silencio
en la urna de derrotas puntuales
donde se ausentan los espejos
no hacen falta fonemas, ni verbos conjugados
cuando el alma se desnuda sin ser juzgada.
Mariposas volaban en mi sueño
Y por la era se fueron marchando los recuerdos